Si Dios creó a la mujer, Dios debería haber sido mujer, porque si no, no me explico de dónde ha salido "esta" mujer.
Heredera de Sofía Loren, Gina Lollobrigida, Ava Gardner y otras pocas figuras femeninas que conforman desde los orígenes del celuloide y el papel couché una impalpable corriente donde la carnalidad, la fuerza, el misterio y la elegancia alcanzan sus cotas más altas sin pelearse entre sí, Mónica Bellucci ha dejado el listón muy alto. Sólo otra italiana podrá en el futuro nombrarse su heredera. Otra italiana con infancia firme y abierta en el campo, correteando entre huertos, olivos, frutales y visitando de vez en cuando la playa; que de jovencita vaya a vivir a la ciudad y sepa cómo se las gastan ahí, sin perder la cabeza, y simplemente, conforme crezca y se desarrolle tanto física, como mental como profesionalmente, se deje ver por algún "ojeador" que capte su talento y la aúpe a las posiciones que se merece.
Irónicamente, la primera noticia que un servidor tuvo de su existencia fue en el estreno de cine de "Dobermann" en mi ciudad, una película de lo más gamberra, chula, violenta (violencia de ésa que, a poco que se distancie, se ríe a carcajada limpia), barriobajera y bestial a más no poder.
La recuerdo porque era una de esas películas que antaño seleccionaba a voleo en la cartelera y me lanzaba a la calle sin pensármelo mucho. Compré la entrada, y al guardar cola para entrar, empecé a pensar que no había sido tan buena idea, al ver el tipo de "gente" que esperaba allí. Todo greñudos, punkis y demás macarras, con harapos, colores llamativos en el pelo y la cara, y piercings hasta en las uñas... Pensé: "¿dónde me he metido? En fin, esperemos que no armen follón ahí dentro..."
Ella hacía de sordomuda, novia leal del protagonista interpretado por su actual marido, el feísimo y narigudo Vincent Cassel. Y sin embargo, a media película, tras "hacerme" con el tono general, ya apreciaba a esa actriz: "¿quién es esa que parece menos de lo que es?". En los títulos de crédito, leí su nombre por primera vez.
Entre su nutrido haber, destaco su participación en obras tan crudas y sanguinarias como "La pasión"...
..."Irreversible"...
...o "Malena", donde no hay tanta crudeza física (salvo en algunas escenas), pero sí violencia e incomodidad sociales, teñido de romanticismo y costumbrismo...
además de un montón de grandes producciones, de las que no voy a mencionar ninguna por ser archiconocidas.
Destaco estas tres últimas para resaltar su faceta independiente, lo que la hace más atractiva a mis humildes ojos. Y si ya incluyo además su saber estar, falta de divismo grandilocuente, engreído, cargante y machacón, pero sin renunciar al divismo bien entendido, apariciones en los medios las justas, siempre con esa leve sonrisa en los labios, sin perder la compostura ni el contacto con la gente, exhibiéndose lo que le corresponde (con mucha sorna a veces), entonces afirmo sin rubor que esta mujer se ha adueñado del corazón de mis sueños imposibles.
¡Qué no daría aquí un humilde servidor por tener la ocasión de dirigirle unos cuantos piropos...! Dejaría libre mi inspiración, y le diría...
-Menos mal que ya peina canas y se tiñe, signora, porque tal y como tenía de negro el pelo, los asfaltos de numerosas carreteras del mundo recién echados y extendidos han dejado de pelearse furiosamente entre sí por saltar a su cabellera y lucirse ahí, todos concentrados... (a decir verdad, este piropo es un derivado de uno genérico que se me ocurrió dedicarle a una morenaza de por aquí...)
-La dinamita es tan barata de fabricar porque usted es la competencia directa, signora. Pero es más peligrosa si no se maneja con igual cuidado.
-El vértigo se esmeró en la arquitectura desde su nacimiento, signora.
-Ahora comprendo porqué los italianos nacen en el país que tiene en su seno al Vaticano, signora. En usted tienen la prueba palpable de que Dios existe.
-Tengo una pregunta científica que hacerle, signora: hay un principio que dice: "la energía ni se crea ni se destruye; únicamente se transforma". Así pues, ¿dónde estuvo antes toda su energía? ¿en una central nuclear, por lo que irradia...?
...
En fin, sólo espero que siga guiándose por su instinto, que hasta ahora lo tiene bastante afilado y acertado, y sepa envejecer en el "país de las maravillas".
¡Incluso en las circunstancias más desfavorables, la donna conserva su clase...!
Mujer divina, mujer viva, no la escultura, no la innalcanzable, ella es la vibración sistematica de los sentidos más naturales de mi bisexual animal...
ResponderEliminarCoincido contigo... ella desperto esa parte masculina en mi... subyugandola....
Besos Arturo.
Vaya, Piel, sí que te ha calado mucho esta diva... Bof, y no me extraña. A veces surgen personas que atraen porque sí, sin distinción de sexo ni condición social, como un género sexual aparte, con todas las de la ley.
ResponderEliminarPues nada, a disfrutar, a disfrutar, que este icono es de esos raros que nunca cansa ver...
Besos y abrazos, Piel.
Me quede pensando en eso de los generos... es curioso te platico que en días pasados vi la pelicula Historia de O y me excito más verla seduciendoa una mujer que el dominio que sobre ella aplicaban los hombres... en especial Rene y su medio hermano... no me defino lesbiana no por temor a la palabra, mas bien diria que soy un ser con muchas inquietudes y que evita las etiquetas y además amá vivir!
ResponderEliminar¡¡Beso y abrazo bien correspondidos !!
Tienes algo de razón, a veces la línea social que separa los sexos no está tan clara en según qué casos (esta diva es uno de ellos, de cara a la atracción que ejerce en los demás, no en por quién se siente atraída ella), pero en mi caso particular, confirmo rotundamente que me siento atraído sólo por mujeres... No es postura defensiva, ni mucho menos (¡ojalá fuera homosexual si con ello conozco a un hombre que me haga perder de vista el resto del mundo cada vez que estoy con él!), sino por falta de oportunidades. Desde siempre me han atraído las mujeres...
ResponderEliminarTe devuelvo el beso y el abrazo encantado.