Normalmente mis tristezas y malos ratos los paso en privado. Pero hoy no. Hoy quiero volcar aquí el barril de denso, grumoso y maloliente aceite que se llena cada cierto tiempo.
Empieza poquito a poco. De forma imperceptible, ya que si lo notara, me pondría en guardia al momento, con las romas e imperfectas armas de que dispongo.
Crece, se retuerce, colándose poco a poco entre mis entrañas, como un gusano de plomo que se apodera de ellas y las exprime latido a latido.
Y cuando ya ha crecido mucho, ha completado su ciclo de vida parásita, entonces se suelta entre abundantes líquidos y dolores varios…
… pero no antes de dejar el huevo para el siguiente, ahí, recóndito, escondido, imperceptible.
Cualquier cosa que mire, cualquier cosa que haga, cualquier iniciativa que tome está empañada, robotizada, disminuida, ajena a mí.
De la misma forma que existe la luz, debe existir la sombra, sí. Pero lo que siento ahora no es ni una cosa ni otra. Y muchas veces me siento bloqueado, incapaz de tomar una dirección, porque la niebla gris que me rodea es sólida, pese a que no pueda tocarla.
“Noviembre es un mes tristísimo”, empezaba Marina Mayoral uno de sus más emotivos artículos. Calaron muy hondo en mí lo que venía a continuación. “¿Esto significa que los novembremvinos (nacidos en noviembre) somos tristes…?” me pregunto cada vez que estoy así y evoco lo que me despertó ese artículo.
…
En fin… esto es todo por hoy. Gracias por ser partícipes y leerme. Mañana más (y espero que mejor).
bueno, mira, de noviembre ya hemos pasado a febrero y dentro de nada estamos en abril, amores mil.
ResponderEliminarSupongo que todos tenemos épocas, más tristes o más alegres, no creo que el mes de nacimiento sea el que determine cómo nos sentimos o lo que somos, por mucho que los horóscopos digan... espero que pase pronto!!
ResponderEliminarBesos y achuchones
Gracias a ambas, Susana y Lluna, por estar aquí. Y pasará, pasará, pero necesito algo de tiempo...
ResponderEliminarUn beso y un abrazo a ambas.
supongo que es la vida misma,luces y sombras,aplausos y abucheos,risas y llantos...
ResponderEliminarespero que pase pronto,he sentido mucha empatía con tu post.
un beso.
Ya va pasando poco a poco, Mara.
ResponderEliminarGracias por tus deseos.
Besos para tí.
Quizás tu ser necesite envolverse de densas nieblas para después poder ver más clara la luz; quizás a veces necesitamos caer en un pozo hondo y profundo para salir después hacia afuera con más fuerza y llenando los pulmones.
ResponderEliminarSi como tú dices acaba pasando y lo acabas superando, no es entonces tan preocupante.
En cuanto a hacer pública tu tristeza....me parece genial! Todo lo que nos haga daño por dentro, es mejor escupirlo, echarlo hacia afuera. Y aquí, éste, es un buen lugar, un buen método....haces pública tu tristeza sin llegar a perder tu privacidad.
Un abrazo apretao, apretao....por si ayuda en algo a disipar alguna niebla
¡Hola, Belkis! Te echaba mucho de menos...
ResponderEliminarClaro que tengo asumido que los estados de ánimo son cuestión de tiempo y de química (las mujeres sabéis más que los hombres de esto), pero a veces la cosa está tan hundida que no se distingue la remontada... como ésta reflejada aquí.
Y lo malo de la tristeza pública es que si se expresa de forma habitual es evitada por instinto por los demás... También suele suceder lo contrario: se despiertan compasiones que pueden resultar adictivas para el sujeto.
Así que ni un extremo ni otro. Soltar de vez en cuando una entrada así, jalonada de imágenes y metáforas que salen muy de dentro, para demostrar que no se es una máquina... pero sin pasarse.
Te devuelvo el abrazo por "pentaplicado", jejejej