Creo que ahora, con internet, donde las relaciones se hacen y se deshacen con mucha frecuencia, quizás demasiada, es algo que se echa en falta, aunque no se diga en voz alta.
A continuación propongo una lista, a la que se pueden añadir otras enmedio, o cambiar de lugar según las preferencias de cada cual.
No quiero decir que para que se dé una se tienen que cumplir categóricamente todas las anteriores, pero creo que puede ayudar bastante.
Ojo: dada la progresión logarítmica de implicación personal, aplicar sólo en futuribles relaciones de pareja.
Ahí van, de menor a mayor, o bien, de la más liviana a la más fehaciente, como queráis.
"Eres del montón, y como tal, te respeto".
"Me llamas la atención".
"Tus palabras, razonamientos, cultura, experiencia... me interesan".
"Siento curiosidad por tí".
"Me haces reír".
"Quiero conocerte mejor".
"Te aprecio".
"Me siento a gusto contigo".
"Quiero contar contigo".
"Me enamorisco de tí".
"Quiero follar contigo".
"Me gustaría que nos abrazáramos".
"Quiero dormir contigo".
"Quiero estar contigo" (ésta se puede sustituir por "Necesito comprometerme contigo").
"Quiero tener sexo cariñoso y largo contigo".
"Te quiero".
"Te amo".
En esta última se incluirían sinónimos como "daría mi vida por tí", " todo lo mío, incluso mi cuerpo, es tuyo", "no puedo vivir sin tí", "toma mi aire porque se aprovecha mejor", "me duele que estés lejos de mí"... y otras tantas expresiones que sólo los que están en este grado emiten, sin importarles la presencia ajena ni la ridiculez en la que quedan...
Entre dos medidas continuas, las líneas de división pueden difuminarse, e incluso saltar una o dos posiciones. Pero de lo que sí estoy seguro es que, de la primera "eres del montón y como tal te respeto" a la última, "te amo", hay un trecho muy claro, que incluso una máquina o un animal irracional podrían admitir, que convendría marcar con mojones permanentes e inamovibles...
También existe una escala inversa, referente al odio, pero en ésa no me meto ni quiero imaginármela.
supongo q lo chungo es cuando te desnudas el alma de tal manera que aún sabiéndote ridicula,sigues ahí como en una especie de autoflagelación, tu dignidad no te soporta y se larga,mendigas abrazos y con eso te conformas, te dices :yo valgo mucho, pero sigues refregandote con sal las heridas .Aparece mas gente a la q interesas,pero nada, eso d que una mancha de mora con otra se quita es una de las mentiras mas grandes q existen, hasta q aparece él(cuando le apetece) te dice dos palabras amables y tu día se enciende d nuevo,te ves mucho mas guapa en el espejo,sonries, ya no estás callada, te vuelves pizpireta y charlatana como una niña pequeña, en definitiva sientes la felicidad como un invento tuyo,eres dueña de la fabrica y él con sus fugaces palabras se convierte en el mayor inversor (sin saberlo), y luego vuelve a desaparecer...La fabrica he quebrado.
ResponderEliminarpd: perdona la arrafada,pero me he puesto a escribir y bueno,han escrito mis emociones.
un fuerte abrazo Arturo.
Sé lo que quieres decir, Mara... a veces esa falta de dignidad que mencionas al principio me hace dudar de si, en alguna entrada en éste mi blog he cruzado esa línea que según de qué ánimo esté, no diviso bien...
ResponderEliminarNo hay nada que perdonar. Si te ha servido de algo, adelante.
Dos abrazos para tí.
Yo soy mas simple, me quedo con !te amo!
ResponderEliminarasi soy yo.
besos.
maria
A mí me gusta "quiero dormir contigo"
ResponderEliminarHuy, la primera , la de eres del montón..., es un poco brusca, creo que podrias cambiarla por: Me pareces agradable y me caes bien. Si me dijeran que soy del montón cuando llegase a casa me emborracharia.
ResponderEliminarMaria, es un proceso inevitable. Para amar a alguien forzosamente se ha tenido que pasar mínimo por... digamos tres cuartas partes de los enunciados aquí expuestos.
ResponderEliminarSusana, ¿quieres decir que de ahí no pasas...? ¿o que no has pasado todavía al siguiente con nadie, al "Quiero estar contigo", y por ende, los tres siguientes...? No pasa nada, hay muchísima gente que ni siquiera pueden pasar del segundo puesto.
Eva, la primera, la que mencionas, es la regla básica de la sociedad, o debería serlo. Saltar del primer puesto al undécimo directamente no está al alcance de cualquiera...
Besos y abrazos a las tres. Perdón por haber tardado tanto en contestar.