sábado, 24 de septiembre de 2011

Mohosos estereotipos al cuerno.

El otro día, navegando por Youtube, dí con un video-clip musical que, en sus primeros segundos, no me supuso nada especial: hardcore con unas pizcas de speed metal. No conozco de nada al grupo, Nightwish. Lo seleccioné por casualidad de entre unos cuantos que aparecían como “relacionados” tras escuchar a Marilyn Manson.



Al principio, indiferencia. Con un poco de sorpresa: ¿un grupo de todo chicas? ¿voz, batería, guitarra, bajo y teclista (¡teclista!) femeninos…?  “Bueno, no es lo normal, pero vale, voy a escucharlas”. Luego la sorpresa aumentó: ¿chicas muy guapas y delgadas, más dignas de un desfile de moda que de tocar en un grupo así…? Vestidas con andrajos, sí, pero también con zapatos de tacón. Barbies contestatarias, pero frágiles y escuálidas. Incapaces de desarrollar la energía que exige este tipo de música: fuerza y rapidez trepidantes en los instrumentos, coros rasgados, sostenidos e hiperpotentes, bailes corporales con enérgico y mareante headbanging… es decir, “sólo para hombres”. Estuve a punto de darle a “siguiente”, pero sentía curiosidad. En contra de la tendencia general actual de voces de cazalla que salen de los estómagos en vez de los pulmones, esta voz femenina sonaba a diáfana en mis estereotipos musicales.

Hasta que llega el momento de la verdad: los coros. (“¿?¿? ¿ésa no era una chica…?”) Y entonces se revela el montaje… y me quedo enganchado, tanto por la potencia y ritmo de la música como por el gran arte de la cantante andando de aquí para allá luciendo con toda naturalidad su palmito entre tanta agresividad visceral… Ojalá todas las chicas bailaran como ella en los conciertos de heavy metal. Para los varones, el espacio, la bestialidad, el griterío hasta enronquecer, sacudirnos las cabezas melenudas, el chocarnos unos contra otros, incluso pelearnos; para las mujeres… lo que hace la cantante de este grupo.

Todo un torpedo a línea de flotación de mis descuidados estereotipos, tanto musicales como sexuales.

Ah, y que conste que sigo pensando que en este tipo de música los teclados no deberían ni existir, pero bueno… me he quedado anclado en el pasado, y creo que voy a abrirme a nuevos conceptos modernos.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Iconos cálidos: “El ala oeste de la Casa Blanca.”

Basada en una presidencia moderna ficticia en EEUU, hubo una tentativa de otra serie más antigua, en la que el presidente era una mujer, “Señora Presidenta”, pero fracasó.


The-West-Wing

Uno de los protagonistas centrales, Martin Sheen, también aparece en otro “icono cálido”, “Apocalypse Now”, con lo que se puede pensar que doy cierto favoritismo a este actor…  ¿Y porqué no? De ascendencia española, no lo oculta, visitando de vez en cuando la catedral de Santiago de Compostela, y según leí por ahí no sé dónde, produciendo una serie o una película sobre dichos antepasados.

De todos modos, cuando vi un capítulo por televisión hace ya mucho tiempo, me chocó bastante verle en el papel de presidente, cuando no mucho antes interpretó a un convincente y repeinado jefe de gabinete en “El presidente y Miss Wade”, siendo la estrella Michael Douglas… Claro que, muchísimo antes, le había visto interpretar al presidente Kennedy, en la miniserie Kennedy, pero entonces yo era casi un crío.